Debido a las consecuencias por la invasión del país ruso a su vecino ucraniano, las marcas de BMW Motorrad y Honda Motorcycle se conviertieron en las primeras en dejar de exportar motos a Rusia.
Honda fue la primera en suspender las actividades de exportación tanto de coches como de motos y la alemana BMW le siguió con la cancelación de envíos de productos a la Federación Rusa. Otras marcas como Mazda y Ford también hicieron lo propio.
Por parte de la firma japonesa su argumento principal fue el complicado envío de vehículos por la logística actual en el país, además de que los pagos están obstaculizados al ser expulsado del sistema SWIFT de varios bancos rusos.
Mientras que BMW no solo detuvo sus exportaciones sino que paralizó la línea de ensamblaje que tiene en la fábrica de Kaliningrado junto al socio Avtotor de manera indefinida. La razón es por cuestiones “geopolíticas” y condenan “la agresión contra Ucrania”.
Sin embargo, estas acciones no solo afectarán a los mercados internacionales poniendo en riesgo las producciones y entrega de vehículos en el mundo sino que afectará a otras fábricas al estar detenida la actividad industrial de ese país.