La motocicleta es uno de los medios de transporte más populares. A diario, millones de personas hacen uso de ella para desplazarse, practicar un deporte o por diversión; sin embargo, su popularidad no representa que sea el medio de transporte más seguro, de ahí la importancia de elegir el mejor casco.
En primer lugar, los reglamentos de vialidad exigen que los conductores y pasajeros de motocicletas usen casco de seguridad correctamente abrochado.
El uso del casco en la moto fomenta la reducción de lesiones graves y fallecimientos. En un accidente, el casco absorbe gran parte de la energía del impacto en su estructura de tal forma que el cerebro golpea contra las paredes del cráneo con menor fuerza.

TIPOS DE CASCO
Existen numerosos tipos de cascos y homologaciones.
- Abiertos. Están homologados para la circulación y carecen de protección maxilar.
- Integral. Homologados con protección maxilar.
- Modular. Doble homologación, según cómo se circule: la mentonera puede estar abierta o cerrada.
El segundo paso consiste en acertar en la talla de tu casco. Según datos de asociaciones de motociclistas, en más del 20 por ciento de accidentes de moto el casco sale despedido por una mala decisión de la talla o ajuste incorrecto.
Debemos ser conscientes que transportarnos en motocicleta representa un mayor riesgo, entre otras cosas porque existe una falta de cultura vial y muchos automovilistas invaden el espacio del motociclista.
Al hablar específicamente de los motociclistas, usar correctamente un casco certificado (por las normas DOT y ECE) reduce 40 por ciento el riesgo de morir en un accidente y previene hasta 70 por ciento la posibilidad de sufrir una lesión severa.
Por ello, es importante usar el casco, pero también asegurarte que cumpla con las especificaciones de seguridad.

FUNCIONES DE SEGURIDAD
La Organización Mundial de la Salud explica que el casco de moto cumple con seis funciones básicas:
- Reducir la desaceleración del cráneo y el movimiento de la masa cerebral en una colisión. Esto reduce la velocidad del impacto y permite que la cabeza se detenga con mayur lentitud, es decir, durante el choque el cerebro no se golpea contra el cráneo con la velocidad y fuerza que lo haría sin casco.
- Dispersar la energía del impacto en una superficie mayor y con ello el golpe no se concentra en un área específica. Cuando eso ocurre, el resultado suele ser mortal.
- Evita el golpe directo del cráneo con el pavimento, pues funciona como una barrera mecánica de protección.
- La parte frontal protege la piel de tu cara de la abrasión, en caso de ser arrastrado por un impacto.
- Protege la cabeza de golpes por objetos en la vía pública, como piedras, fierros y cristales. También evita que entren objetos en los ojos, como basura, insectos y polvo.
- Es recomendable comprar dos casos, uno para el conductor y otro para el momento de llevar un pasajero.
Al no usar un casco, aumenta el riesgo de sufrir un traumatismo craneoencefálico en un accidente.
Finalmente, la OMS hace algunas recomendaciones para los motociclistas, debido a la alta incidencia de accidentes a nivel mundial.:
“Usa cascos certificados para resistir impactos en motocicleta, respeta los límites de velocidad, no manejes alcoholizado, no uses el celular al conducir y sujeta bien tu casco”.
CIFRAS INTERESANTES
En Estados Unidos, la Oficina General de Contaduría (GAO, por sus siglas en inglés) ha demostrado que:
- Un motociclista con casco tiene 73 por ciento menos probabilidades de morir en un accidente que si no lo usa.
- Usar casco reduce hasta en 85 por ciento el riesgo de sufrir lesiones graves en la cabeza.
- Dos de cada tres accidentes de moto suceden en zonas urbanas. En carretera, el uso del casco es generalizado.
- La mayor cantidad de muertes de motociclistas se debe a lesiones cerebrales derivadas de impactos.
- El riesgo de morir en un accidente con una motocicleta aumenta hasta tres veces por no llevar casco.
- El 67 por ciento de las lesiones relacionadas con accidentes en moto ocurre en el cráneo o el cuello.
Espero que esta información te sea de utilidad. Usa casco.
Hasta la próxima.
Por Raúl Gutiérrez Yanome